La isla caribeña es una de las cuatro naciones que aún penaliza el aborto sin excepciones en América Latina, pero la imposibilidad de interrumpir de un embarazo es sólo un eslabón de la cadena que vulnera los derechos de la mujer. Aquí, denuncian activistas, la pobreza lleva a algunas madres a casar a sus hijas de 14 o 15 años con hombres de 50 o 60. ( Seguir leyendo…
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